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La edificación residencial constituye el tejido fundamental de las ciudades. La vivienda representa el mayor volumen de lo que se construye. Lo residencial colectivo adopta diversas formas tipologías: edificios en manzana cerrada, bloques abiertos, torres exentas y urbanizaciones con conjuntos de adosados y pareados. Para nosotros, el reto de la vivienda en edificios plurifamiliares, independientemente de su tipología, es siempre el mismo: cualificar su funcionamiento y su espacialidad para mejorar la calidad de vida de las personas y, por tanto, el bienestar de la sociedad.
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